Un proxy es una tecnología que hace de intermediario entre nuestro equipo y el servidor al que intentamos conectarnos, filtrando toda la información intercambiada entre ambos. Los servidores proxy son muy utilizados, por ejemplo, para proteger nuestras conexiones, gracias a su principal ventaja, que es la de anonimizar nuestra dirección IP, además de bloquear cookies, scripts y otros elementos que puedan resultan peligrosos o que impidan que disfrutemos de una navegación privada. Aunque podemos adquirir este servicio en Internet, podemos configurarlo directamente desde nuestro sistema operativo, algo que os enseñaremos más adelante.
En pocas palabras, esta tecnología añade una capa más de seguridad para evitar que determinados datos de conexión, generalmente información personal, se compartan y acaben en las manos equivocadas. El proxy es el encargado de recibir las peticiones, interpretarlas, compartirlas con la página web y devolver la petición de manera instantánea al usuario. También son utilizados para:
- Controlar el acceso a Internet, limitando los derechos de los usuarios o proporcionando permisos determinados.
- Registrar y monitorizar el tráfico online.
- Filtrar la información para no responder a solicitudes peligrosas o evitar compartir información personal.
- Anonimizar a los usuarios.
¿Cómo lo consiguen? Lo que hace el servidor proxy es ocultar la dirección IP, anonimizando tu conexión. Sin embargo, es recomendable complementarlo con el uso de una VPN para cifrar todo el tráfico de información que hagamos, y asegurar que, en el caso de compartir datos personales en un entorno no seguro, estos estén debidamente protegidos.
Cómo configurar nuestro servidor proxy
En este artículo nos centraremos en los proxies de navegador y en aquellos que podemos configurar desde nuestros equipos, tanto si disponemos de sistema operativo Windows como macOS.
Cómo configurar un servidor proxy en Windows 10:
- Lo primero que haremos será hacer clic en el botón de inicio (tecla Windows) y entraremos en el menú de ‘Configuración’.
-
Una vez ahí, iremos a Red e Internet > Proxy para acceder al menú de configuración del proxy.
- Ahora, seleccionaremos la opción de ‘Usar servidor proxy’ y lo activaremos. A continuación, deberemos introducir la dirección IP y puerto del servidor proxy que queramos utilizar. Podemos utilizar alguna web que proporcione proxies gratuitos según el país, la velocidad, el tipo y el nivel de privacidad que deseemos, aunque nuestra recomendación es acudir a empresas de seguridad con buena reputación que proporcionen proxies e indiquen claramente en sus términos qué van hacer con tus datos.
- En la caja de texto inferior podremos incluir las páginas y servicios web que queramos excluir de nuestra navegación.
- Al finalizar, haremos clic en ‘Guardar’ y ya tendremos activado nuestro servidor proxy.
Cómo configurar un servidor proxy en macOS (versión Big Sur):
- En nuestra Mac, seleccionaremos el menú de Apple > Preferencias del Sistema y haremos clic en ‘Red’.
- Una vez seleccionado el servicio de red que utilicemos (Ethernet o Wi-Fi), haremos clic en Avanzado > Proxies. A continuación, podemos llevar a cabo el proceso de forma automática o manual:
- Automática: podemos detectar servidores proxy automáticamente en ‘Detección de proxy automática’. En caso de que el administrador de la red a la que estamos conectados nos haya facilitado un archivo de configuración de proxy (PAL), podremos utilizar la dirección de este archivo en el campo ‘URL’.
- Manual: seleccionaremos el servidor proxy deseado y escribiremos nuestra dirección y el número de puertos en los campos correspondientes. Esta dirección podemos obtenerla, por ejemplo, como mencionamos en el apartado de Windows, desde algún servicio web que ofrezca proxies tanto gratuitos (generalmente con más limitaciones) como de pago. Luego, haremos clic en ‘El servidor proxy requiere contraseña’ si está protegido. Finalmente, rellenaremos el nombre de cuenta y contraseña en sus respectivos campos.
Cómo configurar un servidor proxy en el navegador:
La mayoría de los navegadores utiliza la configuración proxy predeterminada de nuestro sistema, por lo que al final del proceso nos llevará a las opciones de configuración de nuestro sistema.
En Google Chrome:
- Iremos a la barra de herramientas y seleccionaremos Configuración > Configuración avanzada.
- Luego, accederemos a ‘Sistema’, haremos clic en ‘Abrir la configuración de proxy de tu ordenador’ y seguiremos los pasos indicados según nuestro equipo.
En Safari:
- Haremos clic en la barra de tareas de nuestro navegador y seleccionaremos Preferencias > Avanzado, y después en ‘Proxies’ haremos clic en ‘Cambiar ajustes’.
- Luego, seguiremos las instrucciones del sistema para configurar los ajustes
- .
En Edge:
- Haremos clic en el Menú > Configuración > Ver configuración avanzada > Abrir la configuración de proxy.
- Desde aquí, seguiremos los pasos correspondientes a nuestro sistema operativo Windows.
En Mozilla Firefox, a diferencia de los anteriores, nos permitirá modificar el proxy dentro del navegador y no depender del sistema:
- En el menú, seleccionaremos Opciones > Avanzado > Configuración de Red.
- Luego, en ‘Configuración de conexión’ seleccionaremos ‘Autodetectar configuración del proxy para esta red’, donde introduciremos la dirección del proxy elegido. También podremos elegir ‘Usar la configuración del proxy del sistema’ si ya disponemos de uno.
Como hemos visto, son numerosas las ventajas que nos ofrece un servidor proxy de cara a mantener y mejorar la privacidad de nuestras conexiones y de nuestra actividad online. No obstante, como muchas otras herramientas, puede usarse para muchos propósitos, incluido un mal uso por parte de los ciberdelincuentes. Por ello, es conveniente que siempre nos aseguremos de utilizar servidores seguros y conocer los pasos a seguir para configurarlos del modo correcto.
Fuente : Oficina de Seguridad del Internauta
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